Logos y rhema: Comprendiendo el dinamismo pedagógico de la revelación
Marco A. Huerta
Si bien es cierto, se le llama “logos” a la totalidad de la Palabra revelada, sin embargo, en el contexto de la tradición de los evangelios, específicamente en la tradición juanina (Juan 1:1), logos es taxativamente Jesucristo; Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ Λόγος “en arje en jo logos” (En el sin principio ya existía la Palabra). Logos es Cristo, la Palabra prometida hecho carne. Logos revelado en el misterio de la encarnación representa la totalidad visible de lo divino; “…Imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15). El logos revelado, es La irrupción histórica de la Palabra habitando entre nosotros (Juan 1:14).
Por su parte “rhema” sería el testimonio pedagógico del evento encarnacional. Rhema es una verdad objetiva que nos direcciona a la identidad del logos revelado. El rhema no señala a nadie más sino al logos hecho carne. Pero, no sólo lo señala, también hace su misterio inteligible y su mensaje vida en nuestro ser. En su dinamismo interpreta los imaginarios pneumatológicos, pero de ninguna manera alejándose de la autoridad nunca prescindida; Las Sagradas Escrituras. Por eso, que de manera axiomática insistimos que el rhema siempre está fundada y sostenida en las Sagradas Escrituras; de lo contrario no hablaríamos de rhema sino de imaginación humana.
Cabe señalar el proceso de la inter-textualidad en este dinamismo; el logos como texto revelado, haciéndose rhema en el texto interno de mi ser (texto interior lo uso como metáfora para hablar del alma). Nuestra alma siendo iluminada pedagógicamente en el rhema y que nos aproxima a la Palabra revelada.
De acuerdo a lo planteado; logos y rhema son realidades inseparables. Procesos donde su comprensión no está en saber sus diferencias, sino en comprender la riqueza de su interrelación. Uno es el misterio en su presentación (logos) y el otro es el testimonio o proceso pedagógico de dicho misterio (rhema). Uno es la totalidad y plenitud de la revelación divina (logos) y la otra la comprensión de dicha revelación divina (rhema). La iluminación (logos) y la relación (rhema) de la Palabra. El aspecto revelador de la Palabra es logos y el aspecto declarativo y educativo de la Palabra es el rhema.
No es mayor el rhema que el logos, ya que la pedagogía nunca es mayor que el mensaje. El rhema está al servicio del logos y lo revelado es desde, en y hacia el logos hecho carne.