Siento un profundo y apasionado compromiso por construir una teología al servicio de la comunidad que vive, piensa y comparte su esperanza. Una teología esencialmente Cristo-céntrica y sensiblemente misional. Rendida al Evangelio de Dios en Cristo y al servicio de la unidad de fe.
Considero que el teólogo del presente, no debe estar distante de la comunidad de fe, contemplando todo desde un periférico mundo epistemológico. El ejercicio teologal debe ser dinámico, profundamente comprometido con la Missio Dei y garante de creativos espacios de comprensión, solidaridad y esperanza.
Hacer teología hoy, es hacerla desde los movimientos del Espíritu y la autoridad de la Palabra. Sólo así, tendremos una teología al servicio del Evangelio.
Estoy convencido que estudiar y meditar su Palabra, es un bello acto de gratitud, confianza y amor. Un válido ejercicio del justo, que se deja encaminar por el Espíritu divino. No se trata sólo de conocimiento. Es esencialmente la vida de Dios, transmitida en sagrada revelación. Un encuentro profético, que nos encamina al Cristo ascendido. Un momento divino, que afecta el destino. No es sólo leer; es beber y comer de aquello que nos mantiene vivos.
Marco A. Huerta, Fe en diálogo
Próxima participación:
Pastor me gustaria saber si.usted mr podria conseguir un documento sobre la predica de su hermano israrl sobre la pasion reino poder y gloria me impacto y me gustaria tener un documento de eso